Por Max Leitner, Fotógrafo y explorador urbano
No hay muchos lugares donde se pueda palpar la nitidez de un espléndido día de verano como en Stuttgart. Has de levantarte temprano. Realmente, muy temprano. Porque en estas horas de crepúsculo justo antes del amanecer, estarás tan solo tú, tus ansias por descubrir nuevas rutas, una cámara para capturar lo insólito y tu moto que te transporta adonde tu inspiración te lleve. Nadie se va a cruzar en tu camino para ocultar esas increíbles e inalteradas perspectivas urbanas. Nadie te robará estos momentos especiales que sabes que nunca se repetirán.
UNA PERSPECTIVA INÉDITA
"Hay una diferencia entre estar solo y ser un solitario", comenta Max Leitner. Él está solo en aquellos momentos en los que sale afuera y captura el mundo de una manera que nadie ha visto nunca antes. Ya sea en Chicago, Shanghai, Rotterdam, Macao, Shenzen o cualquiera de las muchas ciudades de todo el planeta. Max ha recorrido el mundo, encaramándose valientemente fuera de las ventanas de los más altos edificios, para capturar la belleza arquitectónica y natural de unas formas y líneas insólitas uniéndose mientras forman inverosímiles ángulos en un momento determinado. "Siempre he sido un explorador urbano muy motivado, sin esperar nunca a ver si alguien me quería seguir."
¿Cómo te conviertes en un pionero moderno en un mundo actual, donde los hombres pueden viajar casi a cualquier lugar que deseen, y en el que los satélites documentan desde el espacio exterior rincones anteriormente desconocidos? Stuttgart es además de un lugar lleno de rico patrimonio y de una luz increíble, todo un icono de la ingeniería alemana, la innovación y el diseño. ¿Pero, qué tiene que ver esta ciudad en la que Max Leitner nació hace 26 años con todo esto?
Nos encontramos con Max a su hora favorita del día, a primera hora de la mañana. Es una zona particularmente inhóspita, con pequeñas edificaciones industriales, vías de ferrocarril que acaban abruptamente aquí y trenes esperando a ser reparados. Un paisaje industrial con un atractivo propio, que se presenta como un fuerte contraste con el verde de las boscosas colinas y los viñedos que rodean Stuttgart. Max se encarama por una rampa de carga para obtener una mejor perspectiva, disfrutando claramente de la agilidad de su Svartpilen 401.
"Me encanta la autenticidad de su diseño completamente a la vista, tanto como el excitante contraste de su suave tacto de pilotaje", reconoce Max. Aún recuerda las primeras emociones que esta zona del norte industrial de la ciudad le proporcionaba, cuando pasaba por ahí pedaleando con su mountain bike con tan solo 11 años de edad. "Esta zona me evoca muchas emociones, me conecta a mis primeros recuerdos como explorador."